domingo, 21 de junio de 2009

Para que ensayes

Jairo Aníbal Moreno Castro (1)

"Los autores se comunican con el mundo en extrañas y peculiares formas; yo soy el primero en hacerlo con todo mi ser, como Miguel de Montaigne, no como gramático o como poeta, o como jurisconsulto".
Montaigne


El presente artículo, además de discutir los límites e indefiniciones del concepto ensayo, ofrece recomendaciones técnicas para la elaboración de lo que podemos llamar ensayo académico. Recorre ejemplificadamente y con suficiente detalle, las cuatro instancias propuestas como los procesos psicolingüísticos y operativos básicos para la producción de un texto cohesionado, coherente, consistente y- esperamos que - exitoso. Tales instancias son: la planeación, la ejecución, la texturización o maquillaje y la edición. El trabajo plantea que más allá de la inspiración y del talento personal del ensayista – cuyo valor es indudable – El impacto comunicativo de éste género escritural tiene también que ver con variables de pensamiento y lenguaje (forma, contenido y función) de precisa y fácil determinación y observancia.

“ Para el ensayista nato, el ensayo es una forma de pensar; para el filósofo nato, el ensayo es una forma ocasional de exponer lo ya pensado con distinto artificio”( Nicol, citado por Gómez Martínez, 1992); para el académico es el mejor instrumento para circular sus planteamientos en la órbita – a veces estrecha - de sus interlocutores; para el estudiante, el ensayo es una tarea generalmente rutinaria, tediosa e incomprensible, propuesta por sus maestros (con escasa o ninguna instrucción previa) con distintos propósitos : escrutar sus apropiaciones conceptuales, valorar el estado de sus competencias escriturales o simplemente mantenerlo intelectualmente ocupado.

Por su parte, para los especialistas, el ensayo (" Intentiva, acción de pesar, examen”) es un tipo particular de texto escrito, de linderos ambiguos y tejido complejo, en cuya comarca se inscriben frecuentemente productos literarios exiliados de otros géneros. Sus orígenes se fechan en 1589 (Vélez, 2000) y se asocian con Montaigne de quien se conoce que inventó el término y publicó en el año referido una serie de textos disímiles en su contenido titulados Essais. Igualmente el Ensayo está relacionado con Bacón quien en 1597, publica sus primeros textos en este formato literario. Por otro lado, el término "ensayo" comenzó a usarse en lengua española durante el siglo XIX, imitando la voz inglesa, (Gómez Martínez, 1992) como designación de un género literario de contornos particulares.

Con antecedentes tan lejanos como los diálogos de Platón, el término rapidamente hizo carrera cabalgando entre lo filosófico y lo literario. Del primer campo recogió su esencia reflexiva; del segundo, su acento personal, la versatilidad de su estructura y el tono – en ocasiones – lírico de su discurso. Así las cosas, y en principio, podemos definir EL ENSAYO, como un tipo especifico de texto en el que la reflexibilidad en el planteamiento conceptual, la profundidad y agudeza en el planteamiento temático; la subjetividad en el tono particular con el que el plan argumental se gesta y desarrolla; la flexibilidad, consistencia, y coherencia en la organización interna y, finalmente, el revestimiento estético, original, efectista, creativo,
[2] del código verbal, son las marcas fundamentales.
A pesar de la aparente simpleza y conformidad tanto con el pensamiento académico como con los manuales escriturales clásicos, los rasgos enunciados en el párrafo anterior como característicos del Ensayo no están exentos de controversia. No obstante, como no es el propósito esencial de este trabajo alimentar el debate acerca de su esencia, sino más bien proporcionar herramientas técnicas para la elaboración académica de ensayos exitosos, pasaremos de largo[3].
Queda entonces como planteamiento fundamental la siguiente apreciación: el ensayo es inicialmente una manifestación de la inteligencia humana y, por lo tanto, son sus atributos indiscutibles la fuerza de su estructura argumental y significativa, la profundidad intelectual en su elaboración, la originalidad, creatividad y versatilidad de su escritura lo mismo que el uso sensible del discurso, su poder de encantamiento y manipulación.
Por encima de su “sabor” literario, de su textura simbólica, de sus tropos y sobrecodificaciones, El ensayo, por lo menos el académico, el escrito por los maestros, el elaborado por los estudiantes en contextos de aprendizaje formal, es irremediablemente un producto lingüístico con ciertas – aunque en ocasiones no muy evidentes- pretensiones y efectos estéticos. En esa medida es enseñable.

Acerca de la esteticidad del ensayo, ello es, de su literaturiedad daremos por sentado que “ Los recursos estéticos no son privilegio de un tipo de discurso en particular... ( y que ) sólo podemos observar grados de esteticidad, pretensiones artísticas desde el autor y el lector”
[4], de manera que como producto discursivo el Ensayo tendría ya por derecho propio su cuota de esteticidad reconocida. Los señalados serían entonces los aspectos más sólidos de este género discursivo. Situando la enseñabilidad del ensayo precisamente en su sustrato lingüístico, es válido afirmar que su Preparación, ejecución, revisión y edición eficientes deben realizarse con los siguientes ingredientes mínimos:

E Paciencia y entusiasmo para planear y luego escribir, re-escribir y maquillar varios, a veces demasiados, borradores.
E Algo de Sensibilidad para darle un toque de creatividad, fluidez y sorpresa al texto.
E Lectura detallada y crítica de distintos documentos y planteamientos acerca del tema seleccionado.
E Determinación precisa del, o de los, planteamientos fundamentales que se quieren expresar.
E Elaboración de un esquema general en el que se encuentren jerarquizados los argumentos principales y secundarios
.
AQUÍ VIENE ENTONCES LA RECETA
Como ha quedado formulado, producir un ensayo es un proceso mental, linguístico y comunicativo realizado en cuatro fases o momentos principales: la planeación, la realización, el maquillaje o revisión y la edición.[5] ( Casany, 1998; Cuervo, 1994) Siendo la planeación el momento de mayor importancia por garantizarle precozmente al texto coherencia, consistencia, pertinencia y equilibrio argumental.

ETAPAS DEL PROCESO ESCRITURAL
A PLANEAR
En lo referente a este primer instante de la escritura, ten en cuenta las siguientes sugerencias:
ã Para iniciar, selecciona un tema del que tengas no sólo conocimiento previo, sino una gran proximidad afectiva. Si escribes acerca de lo que conoces, te interesa, y te con-mueve, el texto producido tendrá mejores opciones de ser fundamentado, fluido, crítico, sensible y agradable. Procura escoger del tema seleccionado un aspecto particular, cuya novedad sea un atractivo para tus lectores.

ã A continuación y en lo posible, realiza un estudio detallado de las características intelectuales, sociales y emocionales de la persona o personas que serán los posibles destinatarios de tu ensayo. Mientras mejor conozcas a los lectores probables de tu escrito, con más facilidad conseguirás entusiasmarlos, convencerlos, atraparlos en y con tu escritura. Ésto, en razón a que escribir es, en esencia, una práctica de contacto social, un ejercicio de contacto humano, un combate en el que el triunfo finalmente depende en gran medida de que hayas calibrado con alguna precisión la talla de tu contrincante.

ã Define claramente cuáles serán la o las tesis principales y el tono que le darás al ensayo. Clarificar y sostener la idea y el tono del escrito, son los requisitos mínimos para que logres un producto coherente. Recuerda que entenderemos por tesis ese planteamiento nuclear del texto (afirmativo, negativo o dubitativo) que motiva el desarrollo del escrito y sin el cual se tendría un cuerpo sin esqueleto que lo soporte. Se recomienda que la tesis sea de alguna manera controversial, que proponga desafío. Por ejemplo si el tema global del escrito es Las relaciones entre política y terrorismo en la sociedad del tercer milenio una posible tesis podría ser: La administración política de los principios neoliberales fortalecieron las manifestaciones terroristas en América Latina en el primer año del siglo veintiuno. El texto tendría entonces el compromiso de acopiar los argumentos necesarios que justifican la tesis propuesta.

ã Busca, lee y reseña la mayor información que puedas acerca del tema que te propones desarrollar. Clasifica la información que encuentres, según apoye o controvierta tu punto de vista. De acuerdo con las lecturas y averiguaciones que realices, Intenta dividir el tema en varios subtemas interesantes y pertinentes.

ã Selecciona de los documentos que leíste, (Libros, artículos, tesis de grado, conferencias) los apartes que consideres de mayor profundidad e impacto. Coloca enseguida tales apartes o citas en un sólo lugar para que después las puedas encontrar y utilizar con mayor facilidad.

ã Haz un listado de las ideas fundamentales que pretendes desarrollar en el trabajo. Luego a partir de esas ideas genera otras más particulares. Intenta luego agruparlas según su semejanza.

ã Dibuja a continuación un esquema, croquis o mapa conceptual en el que se presente gráficamente la organización secuencial de las ideas del ensayo. Tener a mano permanentemente este mapa, te ayudará a no recorrer un camino más de una vez; Será útil para juzgar permanentemente la coherencia, para escoger la manera en que pegarás las frases, conectores y las ideas. Atención, el mapa evitará que pierdas el horizonte del escrito. En este momento, recuerda que la estructura fundamental de los textos académicos, en todos los formatos, tiene una estructura general debe respetarse: Introducción: su función es doble. Por un lado, está encargada del enganche o seducción al lector y por otro, está destinada a presentar de una manera panorámica las ideas fundamentales del escrito. Desarrollo temático: dividido en temas y argumentos fundamentales, los que a su vez se desarrollan mediante temas y argumentos secundarios
Conclusiones: organizadas en lo posible de mayor a menor generalidad
Notas y referencias bibliográficas

Un mapa detallado es una garantía para la unidad de tu trabajo. Con el puedes juzgar panorámicamente la función que cada una de las partes de tu ensayo cumple con relación a la tesis y a la estructura general del mismo. Puedes asimismo percibir el texto en su totalidad, revisar su engranaje interno, prever las conexiones que utilizarás entre los distintos segmentos, anticipar el lugar y función de las citas que utilizarás para fortalecer la argumentación.

Tienes la opción de utilizar un diagrama clásico construido de izquierda a derecha y de arriba abajo, en el que se adviertan claramente la secuencia y profundidad – desarrollo hacia abajo - en el desarrollo de los temas. Observa tales características en el siguiente croquis. Corresponde a un ensayo acerca de la capacidad atrofiante de la escuela tradicional[6].
AHORA SÍ, EL PRIMER BORRADOR DE MI ENSAYO
Esta es la fase de la escritura propiamente dicha. Quizás la más rápida y simple del proceso. Sigue las observaciones siguientes:
ã Escribe el primer borrador de tu ensayo. Observa el esquema que realizaste antes y pásalo a palabras siguiéndolo ordenadamente.

ã Lee el borrador que hiciste. Revisa los aportes de los autores que consultaste y que clasificaste antes. Decide si alguna cita o pensamiento de los que anotaste te ayuda a fortalecer tus planteamientos. Si es así, utilízalos encadenándolos a tu pensamiento de la manera más natural. Es decir, sin que las palabras ajenas se sientan forzadas o impertinentes. Recuerda que la opinión de especialistas insertada con tino es una estrategia que le puede aumentar la credibilidad a tu ensayo; sin embargo, su uso desmesurado convierte el texto en una colección de ideas impersonales y distantes. El tono frío que entonces adquirirá tu escrito será un factor en contra de su éxito. Luego de realizar el paso anterior obtendrás un segundo borrador que pasarás enseguida al departamento de maquillaje

Procura que la introducción cumpla con sus dos funciones esenciales: enganchar afectivamente al lector y bosquejar tanto el asunto principal como el “tono” con el que vas a desarrollar el escrito. Hay distintas modalidades de introducir el texto. Puedes hacerlo a partir de una anécdota, de una cita, de un resumen del texto, de la presentación de la tesis.

Lee con atención las siguientes introducciones de los ensayos “ Sobre la vanidad de las palabras” de Montaigne y “ Mi modo de escribir” de Bertrand Russel.[7]

Un viejo retórico afirmaba que su oficio consistía en “ha­cer parecer de mayor tamaño las cosas pequeñas”, corno un zapatero que adaptase zapatos grandes para un pie minúscu­lo. En Esparta lo hubieran azotado por profesar arte tan falso y mentiroso. Creo que fue Arquídamo, rey de Esparta, quien recibió con pasmo la respuesta de Tucídides cuando le pre­guntaron si era él o Pericles el más fuerte en la lucha. «Eso se­ría difícil de probar —dijo Tucídides—, porque cuando yo lo hubiera derribado al suelo, él convencería a los espectadores de que no había caído, y ganaría». Quienes se ocupan de em­bellecer y maquillar a la mujer no hacen tanto mal, porque poco se pierde con que no la veamos como es; pero, en cam­bio, los retóricos no sólo quieren engañar nuestros ojos, sino nuestro juicio, pretendiendo envilecer y corromper la esen­cia de las cosas.

Está lejos de mis posibilidades saber cómo se debe escribiro lo que una buena crítica podría recomendar con el propósito de mejorar el estilo. Lo único que puedo hacer es dar algunos detalles referentes a mis intentos en este terreno.

Hasta los veintiún años quise escribir, más o menos como John Stuart Mill. Me gustaba la estructura de sus frases y su manera de desarrollar los temas. Sin embargo, tenía también otro ideal que se derivaba, supongo, de las matemáticas. Que­ría expresarlo todo en el menor número de palabras en que se pudiese decir con claridad. Quizá, pensaba, se debería imi­tar al Baedckcr, en lugar de otro modelo más literario. Gas­taba horas enteras en el intento de encontrar el modo más corto de expresar una idea sin ambigüedad, y estaba dispues­to a sacrificar dc buena gana, a este objetivo, las tentativas de conseguir cierta calidad estética.

EL MAQUILLAJE
La revisión del texto debe efectuarse en los tres niveles de todo evento discursivo: la forma, el contenido y el uso o función. Niveles que se detallan en la planilla de evaluación de desempeños escriturales que se presenta más abajo:
La forma hace referencia a los aspectos más externos y superficiales de la escritura, entre otros, la corrección gramatical, la variedad de palabras que utilices, la puntuación, la estructura sintáctica de las frases y los párrafos (ideas fundantes al inicio, en el centro o al final, párrafos de secuencia, enumeración desarrollo conceptual, causa - efecto...) la ortografía, la disposición espacial del texto ( distribución de las palabras en la hoja), la fluidez, las marcas paratextuales ( negillas, subrayados, tipos de letra) la conexión de los distintos apartados textuales.

El contenido, por su parte tiene que ver con las ideas expuestas en el ensayo, con la suficiencia y pertinencia de los argumentos, con su profundidad, con la unidad temática, consistencia, transparencia, precisión, oportunidad, elaboración personal, logicidad y coherencia.

El nivel de uso o funcional del texto tiene que ver con las variables contextuales del mismo: adecuación del escrito a las circunstancias ideológicas, éticas y conceptuales de tus lectores; Selección de los recursos léxicos y estilísticos apropiados, creatividad no sólo en el uso de las palabras sino en el aprovechamiento de los recursos discursivos (ironía, sarcasmo...) que determinan el ritmo y la fuerza expresiva del texto. Tiene que ver asimismo, con la agudeza y contundencia con que se exprese el punto de vista del escritor, con la manera de relacionar los asuntos temáticos del ensayo con otros asuntos.

MATRIZ INICIAL PARA VALORAR TEXTO ESCRITO
Fluidez
Pertinencia argumental
Impacto global
Marcas paratextuales
Solidez argumental
Ritmo escritural
Organización espacial
Unidad temática
Adecuación de implícitos
Variedad estructural
Claridad
Creatividad textual
Diversidad lexical
Elaboración ideas
Acentos paraverbales
Uso de Conectores (B, M, S)
Precisión
Adecuaciones contextuales
Ortografía
Profundidad
Fuerza expresiva
Gramaticalidad
Documentación
Intertextualidad
Presentación
Secuencia significativa
Punto de vista

ã Empieza el maquillaje por el contenido. Revisa detenidamente. que no tenga contradicciones, es decir, que una parte del texto no exprese injustificadamente una idea que esté negada o expresada con alguna salvedad en otro momento del ensayo. Revisa, igualmente, que el escrito exponga con precisión tus planteamientos, que no tenga expresiones ambiguas o con significaciones contrarias o diferentes de las que quieres exponer. Valora la profundidad de tu escrito: decide si es más o menos elemental de lo que deseas; si está conectado interdisciplinariamente con otros temas.

ã Fíjate bien en la coherencia o secuencia de las ideas. Revisa si el orden en el que ellas están enunciadas es el más lógico y conveniente. Analiza si la introducción, el planteamiento y desarrollo de las ideas y la conclusión, tienen un encadenamiento adecuado. Ahora es el momento para que evalúes la claridad de tu ensayo: colócate en la posición del lector y decide si lo leído es precisamente lo que quisiste escribir.

ã Somete a prueba los argumentos que has utilizado para soportar tu pensamiento. Define si ellos son realmente consistentes; si están formulados en el momento y con el vigor adecuados.

ã Inicia Ahora el maquillaje formal. Ésta no es la arista más importante de tu ensayo. No es un aspecto significativo en sí mismo pero sí es un factor que incide de alguna manera en el efecto final de tu texto; en la forma como terminará impactando al lector. Así que es conveniente que ahora elimines o sustituyas las palabras repetidas que le quiten ritmo a tu ensayo, que amenacen la fluidez del mismo. Convéncete de haber conectado exitosamente las palabras, las oraciones y los párrafos ( la ausencia de conectores mayores como en consecuencia, en conclusión, por lo tanto, así que, no obstante, desde luego, de igual manera, igualmente, después de todo lo anterior, finalmente, es decir.. puede dar la impresión de que el texto está peligrosamente fragmentado).

A propósito de lo anterior, es conveniente también analizar los excesos y los defectos de las conexiones sintácticas, especialmente de las llamadas subordinaciones. La falta de elementos subordinados, no sólo dificulta la lectura sino que le da al texto un “sabor” demasiado elemental, restándole generalmente efecto al ensayo. Lo mismo sucede con la exageraciones de conectores o expresiones subordinadas: obstaculiza el flujo de la lectura y le otorga al escrito una textura demasiado compleja y por ello difícilmente inteligible. Por ejemplo,

El presidente que elegimos para que buscara la paz, porque estamos cansados de tanta guerra que nos destroza mientras otros tranquilos recaudan los beneficios del terror, fracasó en su intento ya que no consiguió que los violentos silenciaran sus odios para que pudiéramos vivir en paz, sino que logró todo lo contrario.Es un párrafo con una cuota elevada de conectores subordinados ( porque, mientras, para que, que) hecho éste que complica su comprensión efectiva. Por el contrario,Todos elegimos al presidente. Él estaba comprometido con la búsqueda de la paz. Fracasó en su objetivo. No consiguió la paz. La guerra se recrudeció.

Es un párrafo que si bien gana en claridad, podría parece bastante desconectado, telegráfico y quizás lento.

Ten presente que los conectores son medios lingüísticos para expresar relaciones conceptuales. Cada conector es la manifestación de una relación precisa ( de explicación o aclaración, causalidad, restricción semántica, consecuencia, cierre, ordenamiento, contraste, , e,t,c.)
ELLO ES,
EXPLICACIÓN
ES DECIR,
ESTO ES,
EN ESTE SENTIDO,
DICHO DE OTRA MANERA,
LO QUE EQUIVALE A
DE IGUAL MANERA,
ADICIÓN DE NUEVOS ELEMENTOS EN EL DISCURSO
POR OTRO LADO,
ASI MISMO,
DE IGUAL MODO,
ADEMÁS DE LO ANTERIOR,
IGUALMENTE,
DE OTRA FORMA,
DE MANERA QUE,
CAUSALIDAD.
ENLAZAN CAUSAS CON EFECTOS
DADO QUE
PORQUE
YA QUE
EN VIRTUD DE,
PUESTO QUE,
NO OBSTANTE,
RESTRICCIÓN SEMÁNTICA
A PESAR DE TODO LO ANTERIOR,
SIN EMBARGO,
AUNQUE
EN PRIMER TÉRMINO,
ORDEDENAMIENTO
EN PRIMERA INSTANCIA,
EN PRIMER LUGAR,
FINALMENTE,
DESPUÉS DE LO ANTERIOR,
ENSEGUIDA
COMO RESULTADO DE,
CONSECUENCIA
COMO EFECTO DE LO ANTERIOR,
DE TAL MANERA QUE,
EN DEFINITIVA,
POR ESTA CIRCUNSTANCIA,
POR LO TANTO,
POR ESTA RAZÓN
POR CONSIGUIENTE
PARA TERMINAR,
CIERRE
EN CONCLUSIÓN,
DESPUÉS DE TODO LO EXPUESTO,
PARA CONCLUIR,
DE AHÍ QUE
A continuación, cambia las expresiones gramaticalmente incorrectas. Lee y aplica las recomendaciones de los académicos. Recuerda que no es permitido decir:
De acuerdo a tu forma de ser
Estoy seguro que mi jefe me estima
Le diré a mis padres que te casaste con otro
Tendré que seducir otra mujer.
Te lo explicaré a grosso modo.
Quiero estar cerca de ti.
Soy distinto a lo que piensas.
SINO
De acuerdo CON tu forma de ser
Estoy seguro DE que mi jefe me estima.
LeS diré a mis padres que te casaste con otros.
Tendré que seducir A otra mujer.
Te lo explicaré grosso modo.
Quiero estar cerca DE ti.
Soy distinto DE lo que piensas.

A propósito de la palabra SINO, es oportuno aclarar que no debe confundirse con la expresión SI NO. Sino es una conjunción que une elementos parecidos o semejantes ( Maqueo, 1996) de un mismo enunciado con el fin de anular una afirmación previamente anunciada, como en “ No leyó la novela de Cortazar Sino la de Roa Bastos” .” No le gusta el cine sino la rumba” “ No es un maestro tradicional, sino uno irreverente y desafiante”.

Por su parte Si no, es una expresión compuesta de un condicional y una negación, como en: “ Si no acaba con la corrupción, el presidente perderá favorabilidad entre sus copartidarios.” O en “ si no entrena con dedicación, la selección Colombia no clasificará al próximo mundial”. De igual manera, otras expresiones frecuentes en el uso cotidiano que es oportuno evitar en un escrito académico, se registran a continuación:
Procura no decir ni escribir
Es mejor que utilices
al final
por fin
a lo que
cuando
alguien de nosotros
alguno de nosotros
al objeto de
con objeto de
a lo que veo
por lo que veo
al punto de
hasta el punto de
al rededor
alrededor
a menos de que
a menos que
amenudo
a menudo
Odiaba a muerte
Odiaba de muerte
Ante ayer
Anteayer
Año a año
De año en año
A penas
Apenas
Apesar que
A pesar de que
De a posta
Aposta
Apropósito
A propósito
A provecho de
En provecho de
A quema ropa
A quemarropa
Arriba de la mesa
Encima de la mesa
En favor
A favor
En frente tuyo
Enfrente de ti
El solo recurso
El único recurso
Tanto da amor que frío
Tanto da amor como frío

Sabor de guayaba
Sabor a guayaba
Ingresar a la universidad
Ingresar en la universidad
Cualquiera de los que venga
Cualesquiera que vengan
En razón a la
En razón de la
Deshauciado
Desahuciado
Hora a hora
Hora tras hora
En la tercer oportunidad
En la tercera oportunidad
Olor de gasolina
Olor a gasolina
Odiar a muerte
Odiar de muerte
Ocuparme de
Ocuparme en
Mucho gusto de verla
Mucho gusto en verla
Gozar de mala fama
Sufrir de mala fama
Hasta las cuatro puedo
Desde las cuatro puedo
Escapó a la justicia
Escapó de la justicia
En vía de solución
En vías de solución
En relación con
Con relación a
En lo absoluto
En absoluto
Diferente a
Diferente de

ã Aprovecha ahora para mejorar otro aspecto formal: la ortografía. Su uso inapropiado podría restarle fuerza y convicción al texto. En el mejor de los casos, los errores ortográficos le quitarán algo de credibilidad a tu trabajo.En este punto son tantas las correcciones que tal vez hayas realizado que es conveniente escribir o imprimir un nuevo borrador. Utilízalo para efectuar el último maquillaje del texto.

ã Enseguida empezaremos a analizar el impacto o nivel funcional de tu escrito। Determina si las palabras que has utilizado son las más sonoras, las más adecuadas al lector, las más ajustadas al contenido y al tono de tu ensayo. Haz lo mismo con las frases; revisa su estructura, piensa si hay en tu trabajo variedad de formas enunciativas. La diversidad sintáctica moderada de frases puede darle el toque de sorpresa y diferencia que tu ensayo necesita. La insistencia de oraciones ordenadas convencionalmente del tipo:
Los escritores estuvieron en el congreso

Tradicionalmente organizadas según la secuencia: SUJETO – VERBO – PREDICADO, facilitan la lectura, mecanizan el proceso pero lentifican demasiado el texto aminorándole capacidad de sorpresa y seducción.

En ocasiones podría ser más efectiva la oración: En el congreso, estuvieron los escritores
Sobre todo cuando quieras enfatizar no en quienes estuvieron sino en el sitio.

ã De igual manera, decide si el tipo, la función y el tamaño de los párrafos que componen tu ensayo presentan variedad. Recuerda que existen distintas modalidades de construcción de párrafos:(de secuencia, de enumeración, de causa efecto, de desarrollo de un concepto, introductorios, de conclusión, de enlace, de transición...)

ã Valora si tu punto de vista, tus reflexiones personales, son suficientemente sólidas, críticas, actualizadas y novedosas.

Analiza si existen términos, referentes, hechos, argumentos inadecuadamente implícitos, es decir, que no se hayan formulado. Decide si tal ausencia le merma impacto a tu ejercicio.

Aquí es conveniente valorar la fuerza general del texto. La creatividad no sólo en sus planteamientos sino en los recursos para formularlos. Revisa si las palabras de otros autores que utilizaste para fortalecer tus planteamientos se encuentran debidamente referenciados. ( Autor, título del trabajo, editorial, ciudad, año, país).

Después de atender a las anteriores recomendaciones, decide el tipo de presentación de tu trabajo: tipos de letra, tamaños, encabezados, pie de páginas, ilustraciones, tabulaciones, e, t, c.

CASI LISTO PARA PUBLICAR

El fin de todo escrito es su edición, ello es, su publicación o entrega al lector final. Antes de que esto ocurra debes someter el texto al juicio de lectores de similares características a tus destinatarios. El concepto que ellos emitan acerca de sus cualidades argumentales, estéticas y comunicativas es importante para el último ajuste de tu trabajo.

Usa la rejilla propuesta para calibrar cada uno de los aspectos sugeridos. Si este examen te satisface no lo dudes entrégalo al destinatario, él se beneficiará sin duda de su calidad y tú habrás comprobado que escribir es una pasión no tan difícil y que vale la pena repetir. Si por el contrario piensas que el texto es menos consistente de lo que esperabas, repite el proceso y sigue disciplinadamente los siguientes 19 consejos, que sintetizan bien las recomendaciones dadas en el trayecto hasta aquí recorrido[8]

1. Lo primero es conocer vien la ortografia
2. Cuide la concordancia, el cual son necesaria para que ud. No caigan en aquellos errores.
3. Y nunca empiece por una conjunción.
4. Evite las repeticiones, evitando así repetir y repetir lo que ya ha repetido repetidamente.
5. Use; correctamente. Los signos: de, puntuación.
6. Trate de ser claro; no use hieráticos herméticos o errabundos gongorismos que puedan jibarizar las mejores ideas.
7. Imaginando, creando, planificando, un escritor no debe aparecer equivocándose, abusando de los gerundios.
8. Correcto para ser en la construcción, caer evite en transposiciones.
9. Tome el toro por las astas y no caiga en lugares comunes.
10. Si Ud parla y escribe en castellano, O.K.
11. ¡ Voto AL chápiro! ... creo a pies juntillas que deben evitarse las antiguallas.
12. Si algún lugar es inadecuado en la frase para poner colgado un verbo, el final de un párrafo lo es.
13. ¡Por amor del cielo! No abuse de las exclamaciones.
14. Pone cuidado en las conjugaciones cuando escribáis.
15. No utilice nunca doble negación.
16. Es importante usar los apostrofo’s correctamente.
17. Procurar nunca los infinitivos separar demasiado.
18. Relea siempre lo escrito, y vea si palabras.
19. Con respecto a frases fragmentadas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CASANY, Daniel. Reparar la escritura. Paidós. Buenos Aires, 1998.
CUERVO Clemencia. La escritura como proceso. INPI, Arte y Conocimiento, Bogotá, 1993.
DÍAZ, Álvaro. Aproximación al texto escrito. Universidad de Antioquia. MEDELLÍN, 1999.
EL MALPENSANTE. Lecturas paradójicas. Bogotá, No 41. Septiembre- octubre 2002.
FERRER, E. Teoría y enseñanza de la literatura. En: Revista Papeles, No 5, UAN, Bogotá, 2000.
Flower,L.S. y Hayes,J.R(1980). The dinamics of composing: making plans and jugglimg constraints. En L.H, Gregg &E.R.Steinberg (eds), 1980. Cognitive processes in writin. Hillsdale, N.J. : lawrence Earlbaum Associates, Inc.
GÓMÉZ, MARTÍNEZ, J. Teoría Del ensayo. UNAM, México, 1992.
IRIARTE, Fernando. Como escribir un ensayo. Ediciones Esquilo. Bogotá, 2001.
MAQUEO, Ana María. Redacción. Limusa, Noriega Editores, México, 1996.
MORENO, Jairo y VACA Bethy. Competencias y desempeños. Migema, Bogotá, 2001.
SERAFINI, María T. ¿Cómo se escribe? Instrumentos Paidós, Buenos Aires, 1999.
VÉLEZ, Jaime. El ensayo. Entre la aventura y el orden. Taurus, Pensamiento, Bogotá, 2000.

BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
Adorno, Walter. 1962. "El ensayo como forma". En: Notas de literatura, Ariel, Barcelona.
Arenas Cruz, María Elena. 1997. Hacia una teoría general del ensayo. Construcción del texto ensayístico. Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca.
Barthes, Roland. 1974. Investigaciones retóricas I: La antigua retórica, Trad. Beatriz Dorriots. Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires.
Bousoño, Carlos. 1981. Epocas literarias y evolución; Edad Media, Romanticismo, Epoca Contemporánea. Gredos, Madrid, t. I.
Dijk, Teun A. van. 1987. "La pragmática de la comunicación literaria". En: Dijk, Teun A. van y otros: Pragmática de la comunicación literaria. Arcos/Libros, Madrid.
Ducrot, Oswald, Todorov, Tzvetan. 1974. Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Trad. de Enrique Pezzoni. Siglo XXI, Buenos Aires.
García Berrio, Antonio, Huerta Calvo, Javier. 1995. Los géneros literarios: sistema e historia (Una introducción). Cátedra, Madrid.
Genette, Gerard. 1988. "`Géneros', `tipos', `modos'". En: Garrido Gallardo, Miguel (comp.): Teoría de los géneros literarios. Arcos/Libros, Madrid.
——————. 1993. Ficción o dicción. Trad. de Carlos Manzano. Barcelona, Lumen.
Gómez Martínez, José Luis. 1981. Teoría del ensayo. Universidad de Salamanca, Salamanca.
Hernadi, Paul. 1978. Teoría de los géneros literarios. Antoni Bosch Editor, Barcelona.
Lázaro Carreter, Fernando. 1979. "Sobre el género literario". En: Estudios de poética. Taurus, Madrid.
Lukács, Georg. 1966. Estética, I. La peculiaridad de lo estético. Trad. Manuel Sacristán. Grijalbo, Barcelona.
——————. 1985. "Sobre la esencia y forma del ensayo (Carta a Leo Popper)". En: Lukács, Georg: Teoría de la novela. Trad. Manuel Sacristán. Grijalbo, México.
Núñez, Estuardo. 1965. "Proceso y teoría del ensayo". En: Revista Hispánica Moderna, a. XXXI, Nº 1-4, oct.
Rey de Guido, Clara. 1985. Contribuciones al estudio del ensayo en Hispanoamérica. Biblioteca de la Academia Nacional de Historia, Caracas.
Todorov, Tzvetan. 1972. "Los géneros literarios". En: Introducción a la literatura fantástica. Trad. de Silvia Delpy. Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires.
——————. 1996. Los géneros del discurso. Trad. Jorge Romero León. 1ª ed., Monte Avila Editores, Caracas.
Vitier, Medardo. 1945. Del ensayo americano, Fondo de Cultura Económica, México.

[1] Licenciado en Lingüística y Literatura. Psicólogo. Docente del Proyecto curricular “Licenciatura en Educación con énfasis en Educación especial” Universidad Pedagógica Nacional y de la “Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana. Universidad DistritaL.
[2] Seducir con originalidad, imaginación, estética y en no pocas ocasiones con recursos irónicos y humorísticos es, según Iriarte (2001) la función y la manera de expresión del ensayo.
[3] De cualquier manera, como los elementos señalados son suficientemente universales como para permear con mayor o menor intensidad todo discurso humano, podemos evadir la discusión.
[4] c Ferrer, Enrique. Literatura y teoría literaria: el ser, como construcción simbólica. Revista Papeles # 4.UAN. Bogotá, 1999.
[5] Es una concepción del proceso escritural bien asentada en la academia desde las propuestas de la denominada escuela de Bristol ( Flower y Hayes,1980; Scardemalia y Bereiter, 1986; Collins y Gentner, 1980) Ver, Serafini, M. ¿Cómo se escribe?, Paidós, Buenos Aires, 1999.
[6] Busca otros ejemplos en Moreno Jairo y otros. Competencias y desempeños. Del lenguaje, el pensamiento y la comunicación Migema, Bogotá, 2001. De igual manera, consulta a Díaz A. Aproximación al texto escrito. Universidad de Antioquia, Medellín, 1999.
[7] Ensayos tomados de VÉLEZ, Jaime. El ensayo. Entre la aventura y el orden. Taurus, Pensamiento, Bogotá, 2000
[8] Tomados de El Malpensante. Lecturas paradójicas. Bogotá, No 41. Septiembre- octubre 2002.

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